De acuerdo con el Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina (OCMAL), ya suman 189 las controversias relacionadas con el desenvolvimiento de la minería a escala regional.
Hace un año eran 120 las disputas de distinta índole que cuestionaban la continuidad y el desarrollo de emprendimientos mineros en Latinoamérica, por lo que el registro creció más del 57 por ciento.
En base a los datos del OCMAL, la Argentina es sede de 26 de los 189 focos conflictivos, por lo que se trata del tercer país más problemático, apenas por debajo de naciones mineras como Perú (33) y Chile (32). El resto de los conflictos en la región se distribuyen entre México (25), Brasil (20), Colombia (12), Bolivia (8), Ecuador (7), Guatemala (6), Panamá (6), Nicaragua (4), República Dominicana (4), El Salvador (3), Honduras (3), Costa Rica (2), Guayana Francesa (1), Paraguay (1), Trinidad & Tobago (1) y Uruguay (1).
Según el organismo -que reúne a más de 40 entidades desde México hasta el Cono Sur-, estas pugnas involucran actualmente a unos 197 proyectos y afectan a 276 comunidades.
A decir de César Padilla, coordinador del OCMAL, hasta hace poco tiempo reinaba en la región un período de tolerancia comunitaria frente a la minería. “Hoy esa actitud favorable de la sociedad para con la actividad parece haber terminado. La tendencia es que cada nuevo proyecto minero vaya acompañado de un conflicto en el corto plazo“, advierte el especialista.
A su entender, a las mineras no les será sencillo recuperar la confianza de las comunidades donde operan. “El discurso de que la minería es sinónimo de desarrollo y prosperidad para todos se halla en serios aprietos”, señala.
En ese sentido, remarca que para recobrar la credibilidad tendrán que redoblar los esfuerzos que vienen realizando hasta el momento. “Las acciones de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) llevadas a cabo por las operadoras y la obtención de certificaciones ambientales están resultando insuficientes para revertir las críticas”, completa.