En entrevista con ACTA, Julio Fuentes, secretario general de ATE Nacional y oriundo de Neuquén habló de la expropiación de YPF y de la necesidad de fortalecer la organización sindical en el sector privado: “sin duda la peor administración estatal es mejor que poner la empresa en manos de una multinacional, el más deficiente funcionario al que le toque administrar YPF va a ser mucho mejor que Repsol”.
¿Cómo trabaja la CTA para fortalecerse en el sector privado?
El punto central que estamos buscando es la realización de un Congreso de Delegados de la CTA de las actividades del sector privado. Seguramente se hará para la segunda quincena del mes de agosto, y esto nos va a permitir juntar a miles de compañeros delegados de fábricas, de establecimientos, de industrias, del comercio y de todas las actividades del sector para mostrar la presencia que tenemos en esa área y demostrar que nuestra lucha por la libertad sindical está en plena vigencia, que necesitamos que el Congreso de la Nación tome debida nota de que es necesario modificar la Ley de Asociaciones Sindicales.
Es una lucha también por la libertad sindical
Sí, esta libertad sindical que gozamos en el sector público, porque en el sector público hay libertad sindical, es decir, que hay más de un gremio en la actividad, vos no estás obligado a afiliarte a un solo gremio o quedar marginado, sino que tenés distintas opciones y además podés participar libremente en la vida de tu sindicato. Esto no ocurre en la actividad privada, entonces esta es la pelea que hay que dar.
¿De qué manera se va dando esa pelea?
Lo primero es juntar fuerza y darnos cuenta de que no somos tan pocos. Hay más de 1000 organizaciones sindicales en el país que no están debidamente legalizadas. Hay muchas Juntas Internas que a pesar de tener que pertenecer en forma obligatoria a los sindicatos del unicato sindical que prevé la ley en vigencia, están dispuestas y quieren construir otra cosa pero hoy la ley no se los permite. Esperemos que se pueda con esta acción impulsar o relanzar la lucha por la libertad sindical, teniendo en cuenta que además el Congreso de la Nación debe estar abierto a escuchar estas voces, a escuchar las recomendaciones y hasta sanciones que ya le ha impuesto a nuestro país la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en relación a que debe modificarse la ley y debe ajustarse al principio y a los acuerdos internacionales sobre libertad sindical que hoy lamentablemente no se cumple.
¿Cuál es su balance sobre el Tercer Consejo Federal de la CTA?
Una muy buena participación y con muy buen espíritu, después de lo que hemos tenido que padecer con las impugnaciones y con esta suerte de querer cuestionar la legitimidad de nuestros dirigentes, creo que este Congreso lo que hace es poner en proa objetivos concretos: la convocatoria a este plenario me parece una forma de plasmar la posibilidad de dar continuidad. Para mí es muy importante este plenario, porque en uno anterior, realizado en esta misma sede, hace ya algunos años, fue en el momento en que Pablo Micheli se enfermó y no pudo venir a participar; creo que ahí se produjo una fractura. Desde ese momento y hasta terminar su mandato, Yasky de alguna manera abortó esa posibilidad de que los trabajadores de la actividad privada lograran tener más protagonismo dentro de la CTA.
¿Usted que es oriundo de Neuquén, cómo vive el tema de la estatización de YPF y cómo se vive esto en la provincia?
Yo lo vivo con alegría, nosotros peleamos mucho contra la privatización de YPF, hubo muchos luchadores en mi provincia, en Cutral Có, la gente que salió a las calles en las puebladas que fueron el resultado del proceso privatizador y del saqueo de nuestros recursos de hidrocarburos. Así que lo vivo con alegría, sabiendo que es un paso, pero no un paso menor, no es un paso sencillo, sabemos que más allá de los intereses y de las motivaciones de determinados funcionarios del Gobierno, avanzar sobre esto no es una pelea simple.
Vemos las reacciones de las empresas europeas, de las empresas transnacionales, una fuerte reacción en contra de nuestro país. Así que en Neuquén se lo vive con alegría. Nuestro pueblo, nuestros gobernantes no, porque ellos estaban muy cómodos con Repsol, más allá de que no lo puedan decir. Han hecho excelentes negocios.Mientras nosotros como pueblo nos empobrecíamos nuestros gobernantes se han enriquecido de la mano de Repsol, así que no deben estar muy contentos más allá de que tengan que posar para la foto. Pero nosotros como trabajadores y como gente comprometida con la soberanía y con los derechos de nuestro país estamos muy felices, sabiendo que es un paso muy importante para continuar nuestra lucha, y porque sabemos que este paso nos da la razón.
Nosotros teníamos razón, no era el camino que había que tomar, el camino del mercado y la privatización iba a terminar hundiendo a nuestro país. Teníamos la razón y la razón no es poca cosa para redoblar nuestro compromiso de lucha, así que estamos contentos sabiendo que la pelea sigue. Ojalá nunca se hubiesen entregado, se entregó una empresa que manejaba el 100% de la exploración, la explotación y el refinado de los hidrocarburos y hoy vamos a recuperar una parte no menor: el 35% del petróleo, el 22% del gas, pero no es la misma YPF que fue privatizada. Pero bueno, la lucha continúa y la vamos a dar, sin dudas, como la hemos venido dando pero con la fortaleza hoy de haber logrado este primer gran paso.
Hay quienes no tienen una visión tan positiva, que dicen que lo único que van a cambiar son los nombres de las corporaciones, que se van a entregar a manos de amigos, ¿qué opina de esto?
Hay gente que no sé por qué causa puede tener visiones más pesimistas hasta de la vida. Yo tengo una visión más optimista. A mí me quedan muchos años para seguir luchando, conozco a muchos trabajadores jóvenes y hombres y mujeres jóvenes que están dispuestos a continuar la lucha, así que mientras exista esa posibilidad yo soy optimista. Seguro, a YPF la va a manejar mejor un gobierno mejor: bueno, hay que construir ese gobierno mejor. Pero no es poca cosa que hoy esté en la órbita estatal. Yo soy hijo de un obrero “ypefiano”, mi papá fue un obrero de exploración, trabajó 30 años explorando la cuenca neuquina. YPF pasó distintos gobiernos y lógicamente cada uno, al administrar la empresa le daba distintas intencionalidades. Pero siempre la empresa estaba en la órbita del Estado, siempre quedaba la posibilidad de que si cambiaba un gobierno y lográbamos un gobierno mejor, o pasábamos de una dictadura a una democracia la empresa tomaría mejores rumbos. Esto ocurrió, Suárez Mason fue el presidente de YPF, imaginate lo que habrá sido YPF en ese momento, pero así y todo la empresa seguía en la órbita del Estado.
Tiene que estar en la órbita del Estado. Lógicamente, yo no soy partidario de este gobierno, entonces no creo que vaya a hacer la mejor administración de YPF. Bueno, habrá que cambiar el gobierno, pero sin duda la peor administración estatal es mejor que poner la empresa en manos de una multinacional, el más deficiente funcionario al que le toque administrar YPF va a ser mucho mejor que Repsol.