“Estamos abriendo un cauce para que lo transiten miles de compañeros que aún no conocemos”, decía Héctor Quagliaro y no se equivocaba. Como prueba tenemos su legado y el ejemplo que transmitió a aquellos que efectivamente no llegó a conocer y a otros tantos que sí tuvieron la suerte de encontrarlo, ya sea en su querida Rosario, en Concepción del Uruguay o en Buenos Aires. Y fue en esta última ciudad donde muchos de sus compañeros estuvieron presentes en el homenaje organizado por el Centro Nacional de Jubilados y Pensionados, del que Héctor fue presidente, para conmemorar su ejemplo y trayectoria a dos años de su partida.
A las 11:30, en el Anfiteatro “Eva Perón” de la sede del CDN de ATE, comenzó el homenaje a uno de los dirigentes gremiales mas importantes de las últimas décadas. Participaron del encuentro compañeros y amigos de Héctor Quagliaro, entre los que se encontraban Hugo Godoy, Secretario Adjunto del CDN de ATE; Lidia Meza y José Pérez, del Centro Nacional de Jubilados y Pensionados de ATE; Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires; Jorge Acedo, dirigente histórico de ATE a nivel nacional y en Rosario; Miguel Ángel Aranda, compañero de trabajo y militancia de Quagliaro en su juventud; Nando Acosta, Secretario General del CDP Jujuy; Silvia León, Secretaria de Organización de ATE; Elías Moure, de FETRAJUP; entre otros representantes de organizaciones políticas, sociales y sindicales.
Hugo Godoy, quien abrió la mesa de oradores, recordó a Quagliaro y resaltó la importancia del evento: “No podíamos dejar de hacer un merecido reconocimiento a un hombre cono Héctor. La verdad es que cuando uno mira la historia es para emocionarse y sentir orgullo de nuestros compañeros, que han sido parte fundamental de la historia de este presente y que de alguna manera forman parte de nuestro futuro, ya que nos dejaron algunas marcas indelebles, y la idea de que de esa trinchera no se puede retroceder”.
Héctor Quagliaro nació en Rosario. A los 14 años ingresó en la Escuela de Aprendices donde egresó como ayudante calderero. A los 17 era afiliado y pagaba una cuota de 50 centavos. La autodenominada (y oprobiosa) Revolución Libertadora de 1955 lo encontró al grito de “hay que resistir, paro general” junto a 2000 trabajadores. Tras el derrocamiento de Juan Domingo Perón (1955), en 1956, participó de una resistencia peronista que duraría años y fue delegado gremial. En 1959 y 1961 fue elegido Secretario General de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Rosario y en el 63 encabezó la CGT local, desde donde desplegaría una incansable labor en favor de los derechos de los trabajadores y las instituciones democráticas. Hay que recordar que fue partícipe importante en el mítico Rosariazo.“Yo siempre digo que Héctor no inventó el Rosariazo, sin embargo él estaba al frente de la CGT de los argentinos de Rosario en aquel entonces, y fue ahí donde se juntaban todos: los trabajadores, estudiantes, etc.”, contó Acedo.“Yo trabajaba en construcciones portuarias, la misma rama donde estaba Héctor. Nos conocimos a través de la lucha que teníamos en esos años, en la década del 70. Formamos parte de la creación de ANUSATE en aquellos tiempos. Tuve la suerte de transitar junto a él, para mí fue un orgullo”, relató Miguel Ángel Aranda, compañero de militancia de Quagliaro, quien recordó a su amigo como “un gran luchador que aportó mucho. Fue un gran compañero, éramos amigos además de compañeros de trabajo”. Jorge Acedo narró cuáles fueron las circunstancias en las que conoció a Héctor: “Cuando fue el Rosariazo yo era estudiante secundario y participé de las movilizaciones sin tener contacto personal con él, aunque se lo conocía”.
Años más tarde, con el fatídico golpe militar del 76, el dirigente fue cesanteado y separado de la conducción nacional de ATE. Un congreso fraudulento terminó expulsándolo. “Estuve en el Congreso cuando lo separan del sindicato, nosotros nos opusimos a la expulsión pero no hubo caso. Años más tarde los dos fuimos taxistas en Rosario”, relató Jorge Acedo. Sin embargo, Quagliaro supo generar y sumarse a espacios de resistencia civil a la dictadura junto a jóvenes militantes sindicales y políticos, como Germán Abdala y Víctor De Gennaro, apostando a la creación de la Agrupación Nacional Unidad y Solidaridad de ATE (ANUSATE), organización que en 1984 recuperaría la conducción a nivel país. “Nuestra seccional participó de la fundación de ANUSATE. Desde aquel momento siempre tuvimos una relación personal constante” recordó Acedo, quien destacó las virtudes del homenajeado: “Era un compañero que siempre hacia lo que debía hacer”.
Como fruto de la lucha del movimiento sindical, en el año 1985 fue reincorporado a su antiguo puesto de trabajo en el Distrito Inferior de la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables. Ese mismo año fue designado director de la Escuela de Capacitación Sindical de ATE. En 1987 fue elegido Secretario General de ATE Santa Fe. En 2003 fue nombrado presidente del Centro Nacional de Jubilados de ATE y de la Federación de Jubilados de CTA, cargo que ocupó hasta su muerte. “A Héctor lo conocí en la última década en relación al tema de la lucha por los jubilados, tanto en Rosario como en todo el país. Tuvo un rol protagónico, no menor a lo que lo llevó a tener una vida al servicio de la militancia, de las causas obreras. Era una ratificación de lo que fue un forma de vida en pos de la lucha por los derechos de los trabajadores. Creo que Quagliaro es un ejemplo, no a ser imitado en términos de la formalidad histórica, sino en términos de la lucha de la vida cotidiana” expresó Eugenio Semino, y agregó: “era un hombre llano, sencillo, con la enorme sabiduría de una larga militancia y la fuerte convicción que mostraba en cada uno de sus actos. Me enorgullezco de haberlo conocido, de haber coparticipado en actividades en común. Ojala que exaltar su memoria tenga que ver con fortalecernos en la lucha que hoy tenemos que llevar a cabo por los ideales pendientes de los Quagliaro y los tantos compañeros que han dejado, circunstancialmente, en nosotros la necesidad de seguir defendiendo los derechos de los trabajadores.”
En fin, coherencia, trabajo, lealtad, orgullo son algunas de las características que se repiten en todos los que conocieron a Héctor y hablaron en su memora durante este día. Sin embargo, quizás la virtud más importante es la que lo sucedió y que finalmente es resultado de todas ellas: el ejemplo.
Trabajo audiovisual sobre la vida de Quagliaro
Como parte del homenaje, el equipo de prensa del Consejo Directivo Nacional de ATE proyectó un video titulado “Héctor Quagliaro, historia de un militante”, compuesto por imágenes y entrevistas realizadas al referente sindical. La producción del audiovisual tuvo como objetivo recordar el pensamiento y obra del dirigente, repasando su historia como lider gremial y su vida a nivel personal.