La medida del Gobierno nacional afecta, en este caso, a 180 trabajadoras y trabajadores de la sede central de la obra social de jubilados y pensionados. El Sindicato lanzó una batería de acciones y se realizarán asambleas en todos los lugares de trabajo.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) lanzó nuevas medidas en el PAMI, la obra social de jubilados y pensionados, frente a una nueva ola de despidos. Es que a primera hora del día martes las y los trabajadores de la sede central, cuando quisieron fichar, se encontraron con la imposibilidad de ingresar a sus puestos dado que el sistema rechazaba sus huellas dactilares. A partir de ello el sindicato, junto a otras expresiones gremiales, llevó a cabo una multitudinaria asamblea en la que se abordó la situación y se definieron acciones conjuntas.
Ramón Farías, vocal de Consejo Nacional y Coordinador Nacional de ATE PAMI remarcó: “Son despidos sin causa, algunas personas tienen más de 10 años de antigüedad. La intencionalidad del Gobierno es buscar un número que le cierre, ya no importa si son buenos, muy buenos o malos trabajadores. Son un número, tal cual viene desarrollando su gestión este presidente». Al mismo tiempo, Farías concluyó: «Es el comienzo de un plan de ajuste que se da en el medio de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) donde Argentina va a pedir 11.000 millones de dólares, pero a cambio tiene que ofrecer ajuste. No hace falta más que recordar el achicamiento de los remedios a los jubilados, en algunas prestaciones sobre todo oncológicas y ahora estos 180 despidos”.
Tras la asamblea, se anunció el inicio de un plan de lucha desde el día mañana para revertir la situación que incluirá asambleas en todas las oficinas del organismo nacional, con la posibilidad de multiplicar las acciones gremiales en los próximos días.