El próximo 24 de marzo se cumplirán 40 años del inicio de la peor dictadura cívico-militar que recuerde nuestro país. El genocidio perpetuado dejó 30.000 desaparecidos, miles de víctimas y heridas que aún no cierran.

No hay pueblo vivo sin memoria, por eso la verdad y la justicia se convirtieron en banderas y amplios sectores de nuestra Argentina resistieron, lucharon, marcharon y denunciaron sin descanso el genocidio a quienes buscaban la impunidad.

Esta búsqueda incansable de Justicia tiene su capítulo Juninense, hace poco más de un año celebramos la sentencia que condenaba a parte de los genocidas que actuaron en nuestra ciudad. Una vez más se demostraba el plan sistemático de persecución, tortura, detención y desaparición de personas.

Fue un gran paso más hacia la verdad, pero no podemos decir que fue totalizador, de las audiencias del Juicio de Lesa Humanidad llevado a cabo en Junín se pudo saber que las responsabilidades no se terminaban en la condena de los acusados; el terror y la represión que se impuso fue posible gracias a las manos ejecutoras de muchos otros represores que no estaban sentados en el banquillo de los acusados, así lo confirmó la sentencia que en sus puntos 20 y 21 remite todos los testimonios de las audiencias a la Fiscalía Federal y al Juzgado Federal de Junín para que se investigue a todos los nombrados.

Ya hace un año de dicho fallo y aún esperamos novedades de esta nueva investigación que hoy parece estancada o al menos no hay información pública sobre su avance.

Por todo esto, desde la CTA Autónoma Regional Junín, convocamos a todos los sectores sociales, culturales, educativos, políticos y religiosos a realizar un único acto el próximo 24 de marzo, una acción única ejerciendo la memoria para seguir exigiendo verdad y justicia. 

De la unidad del pueblo depende el presente y el futuro del país.

Por la continuidad de los Juicio de Lesa Humanidad, por la prosecución de la investigación en nuestra ciudad.

Cárcel a todos los genocidas y cómplices de la dictadura cívico-militar.

Por los derechos humanos de ayer y hoy.