Los afiliados mayores de 65 años pueden ir a la farmacia con la documentación básica. Los que tengan entre 2 y 64 años, y pertenezcan a un grupo de riesgo, deben presentar en su Delegación la receta e historia clínica.
IOMA lanza desde el lunes 27 de abril su campaña anual de vacunación antigripal, en conjunto con los ministerios de Salud de la Nación y la Provincia, sumando acciones a su política de prevención sanitaria.
La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año. Los síntomas suelen aparecer a las 48 horas de que se produce el contagio y la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, la infección puede acarrear graves complicaciones, y hasta poner en riesgo la vida.
La Unidad de Prevención y Promoción de la obra social de los bonaerenses resaltó que la vacunación antigripal produce protección específica contra el virus de la gripe, ya que confiere anticuerpos en el 90% de los adultos sanos, reduciendo así la incidencia de la enfermedad y de las complicaciones graves asociadas las patologías neumónicas.
Los beneficiarios mayores de 65 años deberán concurrir directamente a la farmacia presentando la receta médica y la documentación básica (fotocopias de la credencial, DNI y último recibo de sueldo o último recibo de pago, en el caso de los voluntarios).
Los afiliados de 2 a 64 años que padecen alguna patología inmunosupresora como diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia renal y cardiopatías crónicas, entre otras, necesitan una autorización previa, para lo que deberán presentar en su Delegación la documentación básica, la receta médica y un resumen de historia clínica.
En todos los casos la aplicación se realiza en farmacias adheridas a IOMA en territorio bonaerense, que se pueden consultar en http://www.ioma.gba.gov.ar/farmacias.php. Es una práctica totalmente gratuita, ya que la aplicación y el material descartable están a cargo de la obra social. Las embarazadas, las mamás con bebés menores de 6 meses, los niños de 6 meses a 2 años y el personal sanitario en contacto con pacientes, deben vacunarse en los centros de salud y hospitales públicos del país.
Cada año la Organización Mundial de la Salud establece cuál es la composición que debería presentar la vacuna de la gripe, teniendo en cuenta la variabilidad antigénica, la situación epidemiológica y las cepas que circularon con carácter dominante el año anterior. Por eso es importante aplicarla anualmente.
En 2015 se incluyen en las vacunas tres cepas: Influenza A H3N2, Influenza B y la cepa A H1N1. Por lo que se denominan vacunas trivalentes.
Es muy importante saber que dos de las tres cepas incluidas en la vacuna de este año 2015 serán diferentes a las del 2014 (Influenza A H3N2 e Influenza B).
Será la primera vez que la vacuna antigripal contará con estas cepas, por lo tanto el tiempo de producción que se necesita es mayor.
Consejos y datos para derribar mitos:
Lo óptimo es vacunarse antes del inicio del invierno, pero mientras haya circulación de virus aquellos que integren los grupos de riesgo y no hayan sido vacunados deberán recibir la misma, ya que las defensas (anticuerpos) se producen entre 10 y 14 días de la vacunación.
Todas las vacunas vienen en jeringas prellenadas monodosis. Se aplican por vía intramuscular: en los niños menores de un año en el muslo y, en el resto, en el brazo.
Confiere protección por 6 a 12 meses, de modo que se requiere vacunación anual si se pertenece a algún grupo de riesgo.
Vale aclarar que la vacuna no puede causar la enfermedad, ya que contiene virus de la gripe sólo muerto y menos del 1% desarrollan síntomas gripales, como fiebre leve y dolores musculares, que son efectos secundarios de la vacunación, distintos a los de la enfermedad real. La inmunidad protectora se desarrolla 1 a 2 semanas después de aplicada la dosis, por lo que es posible que una persona recientemente vacunada pueda estar expuesta a la enfermedad antes de que sus anticuerpos se formen y, por consiguiente, desarrollar la enfermedad.
Para prevenir el contagio:
Más allá de la importancia de la vacunación, la Unidad de Prevención recomienda implementar algunas medidas higiénicas para prevenir la circulación del virus de la gripe:
-Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo descartable al toser o estornudar y tirar el pañuelo después de usarlo.
– Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de toser o estornudar. Si no está cerca de una fuente de agua, use un desinfectante de manos a base de alcohol.
– Hacer todo lo posible por mantenerse alejado de las personas enfermas.
– Si adquiere una gripe u otra enfermedad viral estacional, no vaya a la escuela ni al trabajo.
– Si está enfermo, no se acerque a otras personas para evitar contagiarlas.
-NO tocarse los ojos, la nariz ni la boca. Ésta es la manera en la que comúnmente se propagan los gérmenes.