¿Porque las remuneraciones sólo consumen el 12% del presupuesto nacional en el las provincias llega a casi el 60%?, ¿Por qué el presupuesto 2014 ya tuvo 11 modificaciones y augura otras más para este año?, “¿Cuánto aumentarían los recursos si se restituyera el 15% de los aportes patronales a las grandes empresas?
Estos y más interrogantes formaron parte de la de la charla sobre el “Presupuesto nacional”, brindada por el titular del IDEP, Horacio Fernández para dirigentes de nuestra organización de todo el país.
En la apertura el titular del CDN, Julio Fuentes, enlazó este tema con la situación de los numerosos trabajadores estatales, en especial de municipios, que no llegan a cobrar siquiera el salario mínimo vital y móvil, y por el que la ATE entregó un proyecto en el Congreso Nacional y en más de 500 Concejos Deliberantes y Legislaturas provinciales de todo el país. En ese sentido el propio Fuentes destacó el rol que viene teniendo la organización en cuanta denuncia corresponde hacer por la quita y desvió de los recursos públicos para otros fines.
La composición y desglose del uso del presupuesto fue el punto inicial de la amplia explicación que dio Horacio Fernández. Entre el presupuesto del 2013, acabado con un gasto total de 721 mil millones de pesos, y el 2014 hay una brecha del 19,2%; aunque los 859 mil millones de pesos presupuestados, dijo Fernández, se tratan de números preliminares como lo muestran las 11 correcciones que ya ha tenido este último hasta mediados de años. Pero entre los números que surgen entre uno y otro se destaca que del año pasado a este el gasto por el pago de la deuda sube un 87%.
Hay un enorme contraste entre la disponibilidad financiera, entre la Nación y las provincias, respecto a lo que insume el presupuesto en pago de salarios. En Nación este gasto insume el 12% de su total presupuestario mientras que las provincias deben erogar entre el 50 y 60 % de su presupuesto. También Nación cuenta con la ventaja adicional de que puede conseguir mayor respaldo financiero al contar con los fondos del Banco Central y la ANSES.
Fernández subraya que la indisponibilidad abierta de recursos limita a las provincias y a los municipios en sus proyecciones anuales, entonces para resolver esta encrucijada sólo quedan dos opciones: o ajusta en el salario de los trabajadores, o reasigna partidas de otras áreas. “Y por lo general los gobiernos combinan las dos: le saca al trabajador y recorta recursos en la obra pública”.
Aquí aparece un cuestionamiento que se le hace al gobierno y es no restituir los aportes patronales a las grandes empresas (un 15%) que hiciera Cavallo siendo ministro en los ’90. Según los estimativos hechos por el IDEP, este año el gobierno nacional se privara de sumar al presupuesto unos 160 mil millones de pesos. “Como toda decisión hablamos que se trata de una decisión política”.
Dentro de esa decisión política también surge que dentro de los gastos corrientes del 2014 hay un 23,6% de subsidio a empresas privadas, especialmente a las empresas de servicios y trasportes públicos.
Otro aspecto que claramente sensible al presupuesto es la modificación continua que debe hacerse por el acelerado proceso inflacionario (entre el 35 y 40%), y la devaluación de enero. En octubre cuando llegó al Congreso se estimaba una inflación del 11 % y un crecimiento del PBI del 4,5%. Así el resultado final del ejercicio arrojaba un superávit del 868 millones de pesos. Sin embargo, tal como lo presagiaba un trabajo del IDEP, el cierre del este año arrojará un déficit de 131 mil millones de pesos.
Contra los 44 mil millones de pesos del ejercicio 2013 esto representa más del doble del déficit financiero, con lo que finalmente queda demostrada la caída de la actividad económica y cambiaria del país.
Fuente:El Trabajador del Estado