De cara al paro provincial multisectorial de la CTA bonaerense del 10 de octubre, Oscar “Colo” de Isasi, remarca la necesidad de construir el camino de la unidad popular de los trabajadores para avanzar hacia un mejor horizonte para los bonaerenses.
– Desde la CTA Provincia de Buenos Aires y en el marco de la continuidad del plan de acción contra el Plan de Ajuste, hemos resuelto y ratificado en la mesa de Secretarios Generales con la participación de las 58 regionales que tiene nuestra central, un paro y movilización para el 10 de Octubre que tiene como objetivo unificar todo las luchas que se vienen dando en el territorio bonaerense, por la demanda de mejorar las condiciones de vida y laborales del conjunto de la sociedad. El conflicto es creciente porque el ajuste crece y nosotros queremos construir un espacio de unidad del campo popular que cuestione al corazón del poder político de la provincia. Pero no solo cuestione sino también tengan líneas constructivas porque estamos así por una desición política de privilegiar los intereses de los poderosos, pero hay otra salida.
-¿Cuáles son las propuestas políticas a plantear este jueves?
Vamos a llevar una serie de puntos que entendemos deberían instrumentarse desde el gobierno provincial para mejorar las condiciones de vida de los bonaerenses. Hay que mejorar políticas sociales como Salud, Niñez, Desarrollo Social, cómo hacer para priorizar la inversión en los sectores productivos que generan trabajo y cómo intervenir de manera decidida en lo que tiene que ver con los flagelos de las adicciones y enfermedades. También es necesario debatir cómo debería intervenir el Estado en este momento histórico en el Sector Privado, donde ya no se discute el reparto de las ganancias sino suspensiones y despidos. Y por supuesto, en el marco de los Trabajadores del Estado, ver cómo hacemos para avanzar claramente en mejorar los salarios, la estabilidad laboral y las demás temáticas que venimos desarrollando en los hospitales, escuelas, organismos de niñez, y docentes, entre otros sectores.
-¿Todavía hay que remarla para salir del pozo del Menemismo?
Eso es claro. Es una deuda social que dejó el liberalismo de los 90 que no ha sido saldada aún, se cuenta por millones y está anclada en el gran Buenos Aires, en el interior y en el gran La Plata. El Estado no tiene que ser gendarme de los poderosos sino redistribuidor, es clave en este tiempo histórico que se viene y nosotros vamos a dar esa intervención en la provincia. En un momento complicado, porque en realidad estas luchas crecientes no tienen que ver con este estado de ánimo, sino con los bonaerenses y sus organizaciones de ir a disputar para que no se descargue el ajuste sobre el pueblo. Lamentablemente, el gobierno de Scioli transformó en otra cosa el fuerte respaldo del voto popular que tuvo el 23 de octubre de 2011 en las elecciones que fue reelecto con más del 54 % de los votos. Ese voto fue con expectativas de vivir mejor, pero lo transformó rápidamente en espalda para un proyecto de presupuesto de cara al 2012 que se ratificó en el 2013, que fue el más parecido a la década de los 90. Fue otra vuelta de tuerca.
-¿Porqué el presupuesto de este año se parece al Menemismo? ¿ Porqué decís que esa Vuelta de Tuerca es para ajustar?
Porque la partida de la deuda pública aumentó un 120%, es decir, el Estado bonaerense se endeudaba crecientemente en lugar de hacer una reforma tributaria para redistribuir entre los que más lo necesitan. Y desde ahí en adelante, llegando al 2013, la crisis empezó a ser descargada entre los sectores más vulnerables. Otro ejemplo es que en el 2012, que se ratificó en 2013, el presupuesto para Salud fue el más bajo de todas las provincias, igual al de Capital Federal, con cuatro veces más población, y con la deuda social que todavía no fue saldada. El presupuesto en Desarrollo Social, se redujo en valores absolutos un punto menos. Hoy ese Ministerio es una cartera fantasma, no resuelve ni las cosas más fundamentales para los sectores más vulnerables. La Secretaría de Niñez lo que hace es crecer en deuda, si bien existe una ley de Promoción y Protección de Derechos, el Estado va para otro lado, va por el desfinanciamiento, por la ausencia de políticas para la niñez. La Dirección de Escuela es sin lugar a dudas el paradigma del ajuste en la provincia, porque como en la época de los noventa, los funcionarios de las políticas sociales empezaban a dejar de ser profesionales vinculados a la rama que le competía (profesionales de la salud en salud, de Educación en educación) y empezó a ganar cuerpo Economía. Los ministros y directores pasaban a ser eruditos en economía y lo que hacían eran números con las políticas sociales. Ahora, el conocimiento de la Directora de escuelas es hacer números. A eso hay que agregarle que las jubilaciones no son reemplazadas, porque tenemos un déficit claro de personal en Buenos Aires, tenemos escuelas que rápidamente se van deteriorando, los comedores se ven lesionados por la disminución de la cantidad y calidad de los insumos, y en esto también tiene que ver Desarrollo Social. Además del retrazo al pago de los docentes y auxiliares, de los que hay 30.000 precarizados laboralmente.
-¿Es decir que además del ajuste en todos los sectores, seguimos con deuda hacia el sector más vulnerable de la población que son los niños, porque tanto la Secretaria de Niñez, como Educación están atravezando una grave crisis?
En el sector de niñez pareciera que está internalizada la deuda que el gobierno tiene con los hogares, como si ya se pensara cuánto les van a deber o con qué demora les van a pagar. Por lo tanto estamos hablando de que estamos muy lejos del ideario del sistema de Protección y Promoción de Derechos de la Niñez, como una sábana muy corta que si te tapa el pecho te destapa las patas.
-¿Cómo condiciona la actual situación de la provincia, las políticas nacionales?
La provincia está absolutamente subordinada al centralismo de la Nación, porque la Coparticipación Federal hace que el Gobierno Nacional devuelva a las provincias el 30% de lo que les saca, el 70% se lo queda y hace uso de acuerdo al criterio político que determine. Por lo tanto, gran parte de ese dinero no vuelve a la provincia ni tampoco va a las provincias con más necesidad. Porque es falso que haya una discusión entre provincias en la Coparticipación Federal, en verdad es una discusión con el Estado Federal, y lo que se debe debatir es por qué solo devuelve el 30%. Nosotros entendemos que Buenos Aires tiene que volcar sus riquezas en función de un proyecto nacional, y estamos orgullosos de aportar a otras provincias que están pasando malos momentos, eso no se discute. Pero lo que no puede suceder es que eso se quede en el estado nacional y se use para disciplinamiento político.
-Ese es uno de los argumentos de Scioli para ajustar el presupuesto social, vive diciendo que la provincia no tiene los recursos, que debería aportar el Estado Nacional.
Pareciera que la víctima de este sistema es el gobernador Scioli, o es lo que intenta aparentar. Pero el número más importante de legisladores en la Cámara de Diputados y Senadores del Congreso Nacional lo tiene la provincia de Buenos Aires, y el bloque más importante es del Frente Para la Victoria, por lo tanto si hoy no hay un debate serio sobre cómo cambiar las reglas de la Coparticipación Federal es porque la complicidad del Gobernador con Nación está a la orden del día. En los hechos, no hay un diputado del FPV de la provincia que plantee discutir otra lógica de coparticipación. En la reforma tributaria de la provincia, al igual que en el Estado Nacional, la matriz es injusta, cíclica y débil. Injusta porque termina descargándose sobre los sectores que menos tienen; y cíclica porque depende de los vaivenes de la economía, si crece hay mayor recaudación pero cuando la economía no crece, el Estado tiene menos capacidad cuando más necesidad tienen los sectores postergados; y esto es porque sólo se grava el consumo y la producción pero no la riqueza. Por lo tanto una reforma tributaria es indispensable para un futuro mejor para los bonaerenses. Los ejes son una mejor Coparticipación, Reforma Tributaria y Presupuestos que prioricen las políticas sociales.
-¿Para resolver los problemas económicos que padecen los bonaerenses, debe plantearse el cambio de las acciones políticas, es decir, reformular las prácticas de participación en el estado provincial que deben tener los trabajadores?
Hay que construir una lógica distinta en todos los niveles de participación. Por ejemplo, en los municipios. En primer lugar, cada localidad debería democratizar las relaciones con sus trabajadores y la comunidad en general, para que no sigan siendo feudos. Pero lo cierto es que también debería darse otra lógica de coparticipación Municipal. Esta manera de gobernar los municipios es como un signo político de los últimos 40 años, que incluso va más allá de los partidos políticos que fueran, por eso desde los Estatales decimos que queremos paritarias, pero además, queremos participación plena en los presupuestos participativos, ámbitos donde podamos decidir. Desde lo laboral no podemos dejar de ver que en este presupuesto 2013 aumentó la partida de cargos de Temporarios, pero disminuyó en 6.000 los cargos de la partida de personal de Planta Permanente, con lo que queda claro que se está aumentando la planta de precarización laboral. También es muy importante mencionar que IOMA, la obra social de los Trabajadores del Estado, se ha convertido en un botín de guerra y una caja de negocios para los funcionarios. Maneja 8.000 millones de pesos, la mitad el presupuesto que recibe Salud, pero los afiliados estamos desvinculados, tiene muchísimas dificultades en las coberturas y existe un nivel de burocracia llevado al extremo. Por eso, decimos que si la Obra Social es enteramente financiada por los trabajadores del Estado, también se debería definir un directorio mayoritariamente compuesto por trabajadores con participación del estado, y no al revés. Y eso ni hablar de los bajos salarios de los bonaerenses, porque por ejemplo un auxiliar de la educación estará cobrando de bolsillo 3.700 pesos recién en el 2014. Ni hablar de la falta de una carrera administrativa, y muchas más cosas que tienen que estar expresadas.
– Esta situación que estás planteando amerita construir un Paro provincial con el mayor Marco de Unidad de unidad posible. ¿Cómo se piensa la convocatoria?
Por todos esos motivos, el día 10 vamos a marchar. Lo hacemos deliberadamente entre las elecciones primarias y la elección general, porque es un momento en que la sociedad está más permeable al debate político, porque después del 27 de octubre lo que se viene es la discusión del presupuesto provincial. Y lo hacemos convocando a todos los sectores sociales que quieran caminar con nosotros porque solo la fuerza organizada de la sociedad va a poder incidir en las políticas públicas y en este escenario concreto para el 2014. No alcanza con movilizaciones testimoniales, no alcanza con decir que somos una organización que pelea, la clave es articular la unidad de los bonaerenses. La clave del triunfo por el aguinaldo el año pasado fue que construimos desde la CTA niveles de unidad que hace tiempo que no se veían; la CTA por un lado, la CGT por el otro, y las organizaciones sociales. Masividad y unidad y un fuerte consenso en la sociedad bonaerense. Convocamos de manera multisectorial a todos a marchar el 10 que es el principio de una disputa de cara al presupuesto del 2014, por la Reforma Tributaria, por la Coparticipación. Para que la provincia y el país tengan otro camino, porque no es Ley de Dios que haya explotadores y explotados. Por eso desde la CTA provincia de Buenos Aires, creemos que estamos en una muy buena etapa para desarrollarnos en el territorio desde nuestra política. En el 2010, hubo un debate muy profundo hacia el interior de la Central, pero también había un operativo del poder económico y político concentrado de destruirnos. La construcción de resistencia de los 90 hizo que la sociedad nos viera con buenos ojos ante la entrega de otros sindicatos que se transformaron en empresas. La intención era vaciarla, secarla, más allá de que ganara Yaski o Michelli, querían separarla de la sociedad. Cuando iba al supermercado y la señora me preguntaba “quien había ganado en la CTA”, ya estaba instalado el culebrón. Tuvimos un nivel de daño, pero en el congreso en Mar del Plata en 2011 con 10.000 compañeros, vimos que podía significar el fin de una etapa y el inicio de otra nueva. Recuperamos la iniciativa política.
Fuente: www.ctabuenosaires.org.ar