En entrevista con Cadena 3 de Córdoba, el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Pablo Micheli, dijo que los sindicatos más fuertes están “más preocupados por el lugar que ocupan en las listas de diputados que por los reclamos de los trabajadores sobre el impuesto a las ganancias y el salario familiar”.
-Recuerdo que la Presidenta dijo que el impuesto a las ganancias iba a ser sólo sobre los altos ingresos y estimó que algo así como el 17% de los trabajadores y que tuvieran realmente ingresos muy altos serían alcanzados, pero algo de eso no ha funcionado, algún número no se ha ajustado porque me parece que el impuesto a las ganancias alcanza a algo así como el 35% de los trabajadores asalariados
Efectivamente, cuando se anunció el 20% de aumento en el mínimo no imponible en enero, nosotros salimos públicamente a decir que eso era la zanahoria adelante del burro, que tanto había exigido la CGT oficialista en que se retocara el mínimo no imponible que la Presidenta había accedido sabiendo que en realidad esa mejora la íbamos a terminar pagando en realidad los propios trabajadores porque lo que dan de un lado lo restan del otro y siempre de la misma masa salarial porque quien aumenta ganancias deja de cobrar el salario familiar y así sucesivamente.
Teniendo en cuenta que este año iba a haber discusión de pauta salarial que fue del 20% menor a lo que esperábamos (el 30%) porque la inflación verdadera está rondando el 24, el 25, eso ha hecho que ese aumento del 20 haya quedado licuado absolutamente y aquel 17% del que la Presidenta habló en enero que eran los que ganaban sueldos importantes para ser afectados por ganancias, hoy se ha transformado en 30 y pico por ciento pero no es porque tengan sueldos interesantes sino porque el costo de vida se ha ido al diablo en el país y porque efectivamente cada vez somos más los que pagamos y esto hace que la caja del Estado se abastezca fundamentalmente de cobrarle impuestos a los que menos tenemos.
-Tenemos un escenario en el que a pesar de los ajustes salariales no se ha llegado a mantener el poder adquisitivo porque siempre ha sido un punto, dos puntos por debajo de la inflación pero aún así cada vez hay más asalariados que entran en el territorio de ganancias.
Claro, pareciera que es una contradicción porque por una parte se llega a un salario que pareciera muy elevado para lo que es la región, por eso ella compara constantemente a Argentina con el resto de Latinoamérica pero comparado el costo de vida que tienen ciudades importantes como Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, Rosario, la verdad que lo que se gana acá es bastante menor que lo que corresponde a una familia tipo; entonces siempre se queda muy lejos de la canasta familiar.
Para darle un caso basado en estadísticas oficiales, el 67,8% de los trabajadores de la Argentina que están en blanco del sector privado fundamentalmente gana un salario promedio de 4.560 pesos, entonces estamos hablando que los salarios están lejísimos de los 7 mil y pico que es la canasta familiar. Así que el tema de ganancias está haciendo estragos y ni siquiera se está contemplando la posibilidad de descontarlo o de no pagarlo por el aguinaldo.
-Mientras que usted estaba hablando recibimos un mensaje de una jubilada que dice: ‘y nosotros 2.200, 2.300 pesos
Lo de los jubilados es una vergüenza, es una canallada del gobierno que teniendo las arcas del ANSES no pague la deuda y no lleve adelante el 82% móvil.
-Yo creo que ya llegan a un millón las causas de los jubilados que están allí cajoneadas, pero volviendo al tema del impuesto a las ganancias que me parece de una expectativa especial porque se había generado alguna esperanza de que se hiciera un anuncio respecto de ganancias en relación al medio aguinaldo será que no se pagará ganancia o se diferirá el pago
Yo le digo la verdad, ¿usted vio lo que pasó en Brasil donde la gente salió a la calle y la Presidenta dijo que hay que escuchar el reclamo de la calle y volvió para atrás con los aumentos en el transporte?. Yo creo que eso es una actitud de gobernar, eso es tener en cuenta lo que la gente piensa. Acá tenemos una presidenta que no escucha el reclamo de la calle pero tampoco salimos a la calle, esto también es algo que nos preocupa, hay que hacerlo de manera totalmente pacífica pero hay que hacerlo.
Las centrales sindicales están muy metidas con la discusión de quién va en la lista de uno, quién va en la lista de otro, que me parece bien que discutan la cuestión partidaria y las elecciones que se avecinan pero no pueden olvidarse de los problemas centrales porque el año pasado a esta altura estábamos todos hablando del tema ganancias y del salario familiar y ahora resulta que pareciera que esa terminología ha quedado en desuso y de lo único que se habla es va cuarta la lista de Massa, tercera la de Narváez…
Se abandona la calle, el reclamo y se cree que hay que esperar que la Presidenta se levante un día con buen humor, con buena voluntad y termine firmando un decreto de necesidad y urgencia para eliminar el impuesto a las ganancias del aguinaldo y la verdad que eso no es rol de una central sindical. El rol de una central sindical es pelear en serio para que las cosas y los beneficios de los trabajadores se puedan concretar.