En la calurosa tarde del jueves 29 de diciembre, a dos días de que se termine 2011, año en el que 15 personas fueron asesinadas por reclamar pan, tierra y trabajo, la compacta columna de de más de 6 cuadras de la marcha convocada por la CTA recorrió la Avenida de Mayo desde 9 de julio hasta la histórica Plaza de la Victoria para exigir la nulidad de la Ley Antiterrorista. Pese al calor, hombres, mujeres y niños marcharon por la Avenida de Mayo para exigir la anulación de la Ley Antiterrorista publicada el miércoles 28 en el Boletín Oficial. La compacta columna ocupaba seis cuadras y flameando en el cielo podían verse las banderas del PTS, el MST, el MAS, la CCC, el MTL, Proyecto Sur, Libres del SUR, Estibadores de Pie, el UST y encabezando la marcha, la CTA.
“Estamos acá para repudiar esta ley regresiva que duplica las penas. Con esta ley, por un corte de calle o por defender nuestro trabajo podemos ir presos”, dijo Mario Barrios, presidente de la Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores (UST), recuperada por los trabajadores, secretario genral de la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados (ANTA-CTA) y miembro de la Mesa Nacional de la Central. “
“Es una regresión en el estado de democracia ya que la actual situación legislativa ya era bastante complicada para el reclamo en la calle, para la protesta social y además involucra a la mayor parte de los trabajadores. Es un avance negativo y ya lo venimos sufriendo con la cantidad de trabajadores procesados por reclamar mejores condiciones laborales. Queda a la libre interpretación de los jueces de a quien consideren terrorista y a quien no”, explicó José Zas, secretario de Comunicación y Difusión de la CTA.
Al ritmo de la marcha, Daniel Jorajuría, secretario gremial de la CTA agregó: “Es un cheque en blanco a los jueces que respecto a su ideología van a responder y todos sabemos quiénes son los que manejan la justicia y cómo nos puede ir a los trabajadores si dejamos pasar esto por eso vamos a llevar esta situación hasta las últimas consecuencias para volver a eliminar esta ley”.
Ya está en vigencia
“Para ser bien gráfico han aplicado la ley en la provincia de Santa cruz, en la provincia de la presidenta porque han reprimido salvajemente a los compañeros estatales que se movilizaron contra una decisión del gobernador de enviar a la legislatura un paquete de medidas que incluye el aumento en la edad jubilatoria, el congelamiento salarial, la pérdida de las paritarias; se vuelve a hablar en los términos de 2001 pero ahora con una ley que les permite fajar a los trabajadores, es darle una cobertura legal al ajuste”, detalló Pablo Micheli, secretario general de la CTA. Micheli agregó además que más allá del pedido del GAFI (organismo multilateral establecido en 1989 por el G-7) lo cierto es que el gobierno quiso aplicarla, fue una decisión suya.
“Significa legalizar la represión que estaba siendo tercerizada. Se busca evitar la organización en todas sus formas y multiplica las penas del Código Penal por eso hay cierto rum rum dentro de las propias filas del kirchnerismo”, añadió Darío Perillo, secretario de organización de la Central. A su lado, César García, delegado despedido de Kraft dijo: “Nosotros lo vivimos en carne propia, tuvimos muchas causas penales a partir del conflicto de 2009 por los despidos: creo que esta ley va en la lógica de la presidenta que quiere meter en un corralito a los que protestan, esta legislación enmarca la judicialización de la protesta social, es una barbaridad que a un trabajador que protesta por algo tan justo como su trabajo le terminen aplicando esta ley antiterrorista”.
Mientras la columna avanzada por la amplia Avenida de Mayo, al ritmo de los tambores y de los platillos, Carlos Chile, secretario general de CTA Capital Federal enmarcó las razones de la promulgación de la ley: “es un retraso de las libertades democráticas para todo nuestro pueblo, es un retroceso en la institucionalidad conseguida por la pelea y la muerte de cientos de miles de compañeros y por supuesto una ruptura en la política exterior de la Argentina: esto es volver a las relaciones carnales, a las políticas genuflexas de los Estados Unidos, es aceptar las presiones imperiales para garantizar la tasa de ganancia.
Nosotros vamos a pelear por garantizar la nulidad de la ley así nos cueste uno, dos, tres años”. Por otra parte, Chile puso de manifiesto la doble cara del Gobierno que dice defender los Derechos Humanos pero no hacen una sola mención a los 15 compañeros muertos en los últimos 17 meses. “Esta ley está construida para reprimir. Acá en la Argentina siempre fue consenso y represión, el consenso lo pudieron construir en el marco del crecimiento económico pero dejando intacto el modelo de país y la matriz distributiva y ahora como se termina el viento de cola indudablemente la otra variante de esa ecuación es la represión que es lo que está sucediendo en estos momentos en la provincia de santa cruz” (ver nota secundaria), finalizó Carlos Chile al tiempo que caminaba abrazado a sus compañeros.
Desde el palco en Plaza de Mayo, el secretario general de la CTA, Pablo Micheli, puso en claro que “Esta ley es la legalización de la represión sobre la protesta social. A partir de ahora todos estamos sospechados de terroristas”. Y agregó: “La CTA tiene que estar en la calle contra esta ley y seguiremos con otras acciones. Pedirle a Cristina que la vete es ya imposible pero ojalá la Corte Suprema de Justicia sí la anule”.