Todas las mañanas me levanto y como todos los días, tengo tiempo para pensar y analizar nuestra desigual situación económica,
que nos margina y produce una gran injusticia.
En nuestro “bendito” país, jubilarse es condenarnos a la pobreza, a la discriminación, y es totalmente indigno que la familia de un jubilado que cobra la mínima, el 75% de la gran masa de jubilados, más de 6.000.000, tengan que subsistir con $ 29,67 por día y escuchar por televisión a los funcionarios, vanagloriarse que este gobierno desde el 2003 dio más de 300% de aumento sin aclarar sobre que piso se elevó la jubilación mínima, el cual era de $150 por mes y que seguimos debajo de la línea de pobreza. Todo esto a
pesar de que el gobierno acordó un salario mínimo, vital y móvil de $ 1500, que tendría que ser también la jubilación mínima.
Por eso, trato de comunicar a la sociedad que el poder nos condena a esta situación angustiante e indigna.
También, sabemos que tenemos algunas diferencias por la edad, pero yo creo, que eso no nos hace desechables, porque aportamos mucho a nuestro país (profesionales, trabajadores, especialistas, etc.) y podemos dar ejemplos de cómo progresó Junín alrededor de una gran industria ferroviaria, que desde largos años se trató de destruir y se consiguió en los 90, por la traición de la dirigencia ferroviaria. El ferrocarril es muy necesario social y por económicamente. No vemos desarrollo en un país careciendo de ferrocarril
siendo que su funcionamiento es viable, sólo falta decisión política.
Sabemos que falta mucho por realizar y seguimos trabajando por esos cambios.
También vivimos lo que paso en el país en los años 90, por eso nuestro gran valor agregado como personas con cierta experiencia nos permite ubicarnos y reconocer ciertos cambios desde el 2003 en adelante, pero no son suficientes y el jubilado sufre un deterioro constante de nuestra vida.
Queremos de una vez por todas disfrutar nuestro tiempo como Dios manda, sin apremios y gozar de este beneficio que no nos regalo nadie y que es un derecho conquistado por los trabajadores y es obligación del Estado hacerse cargo de la seguridad social (convenio 102 O.I.T.).
Esta realidad por la que pasamos se la debemos al poder y a sus socios que acuerdan esto porque el patrón lo ordena, mientras nosotros los jubilados estamos movilizados frente al Congreso pidiendo la Ley de Movilidad y 82 %. Mientras dos socios del poder
Sr. Hugo Moyano CGT y Hugo Yaski CTA negociando con el poder con la mentirosa Ley de Movilidad, que solamente nos asegura dos aumentos miserables al años y nunca saldremos de la línea de la pobreza y desconociendo lo acordado por la Corte Suprema de Justicia Nacional que dice que el haber jubilatorio es el sustituto del salario del trabajador activo y que se debería aplicar la movilidad que teníamos y se nos saco arbitrariamente.
Por todo esto y más, el Centro de Jubilados y Pensionados de ATE Junín se reunió y procreamos dos caminos de luchas.
1. Por una nueva Ley de Previsión Social que contenga el 82%. concientizando y movilizando a todos los compañeros jubilados por sus derechos adquiridos.
2. El camino de la justicia con la presentación de la recomposición salarial de sus haberes mal encasillados en el ANSES y en Junín
Más de 60 compañeros ya han cobrado, al presentar sus recursos a pesar que la justicia es lenta, en aplicar la razón y la equidad, y el gobierno sigue manipulando y apoderándose de los fondos del ANSES, para su campaña política por el poder, con el gran riesgo que en un tiempo no muy lejano y estén en riesgo las futuras jubilaciones.
Pedimos a nuestros legisladores humildemente que se ubiquen, traten el proyecto de la nueva Ley Provisional con el 82% móvil, obliguen al ejecutivo a respetar la intangibilidad de los fondos del ANSES y que vuelva el aporte patronal del 16% asegurando los fondos de dicho instituto.
Informamos a nuestros compañeros jubilados que el Centro funciona en Cte. Escribano 401 esq. España de lunes a viernes de 9:00 a 12:00 hs. y los martes desde las 16:00hs., para asesoramiento legal.
Jubilados pongámonos de pie, nunca de rodillas, la única lucha que se pierde es la que se abandona.