
Trabajadores del INDEC nucleados en ATE llevan a cabo informes periódicos sobre la situación salarial del país. En ese marco, presentan un documento que informa cuánto debería ser el salario mínimo, actualizado al 31 de diciembre de 2019.
Síntesis del informe
Como venimos insistiendo en cada actualización del ejercicio, la inflación es un problema que el anterior gobierno nacional no pudo o no quiso controlar.
Ahora, a pocos días del cambio de gobierno, la situación sigue siendo tan preocupante.
La carestía de los productos esenciales, los servicios públicos, el probable cambio de la fórmula de cálculo del haber jubilatorio, anticipan un año –o varios- de ajuste para los sectores más vulnerables y la clase trabajadora.
Una vez difundido el dato del IPC (Índice de PRecio al Consumidor) de Diciembre se conoció el acumulado del 2019, que fue del 53,8%. Ante esta realidad hay analistas que ya estiman que la inflación para el 2020 este año rondará el 40%. Pero este sería el piso en el mejor de los escenarios, ya que suponen el dólar oficial manteniéndose en el rango de los $64.
Ante esta realidad, realizamos un ejercicio de estimación que nos permita acercar lo que serían los valores requeridos en la actualidad para cubrir las necesidades básicas de trabajadores y su núcleo familiar, para llevar adelante una vida digna, sin dejar de aclarar que esta cifra se hace en base a datos oficiales publicados por el INDEC:
$61.882,14 a diciembre 2019
Un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos (de 6 y 9 años) necesitó, en diciembre de 2019, $61.882,14.- para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $19.910,48.- necesarios para adquirir una Canasta alimentaria mínima y de $ 41.971,66.- para acceder a otros bienes y servicios básicos.
Este es un ejercicio de estimación en para el que se recurre a información pública y se emplean metodologías útiles para proveer las mejores aproximaciones posibles como referencia válida para la discusión salarial (y también de otros sectores sociales castigados económicamente, como jubilados y beneficiarios de asignaciones familiares).
Tiene como fin dar un argumento sólido que pueda ser utilizado en paritarias, como por representantes gremiales para exigir una urgente recomposición salarial y la reapertura de paritarias para trabajadores, sea cual fuere su forma de contratación.
Las canastas utilizadas para este ejercicio son las llamadas “Canastas de Consumos Mínimos” y surgieron como propuesta metodológica innovadora en el INDEC, aunque todavía no se han aplicado en las mediciones oficiales.
No son las habitualmente utilizadas para la medición de la pobreza, pero no por ello ambas canastas deben verse como contrapuestas, dado que se trata de metodologías diferentes pero compatibles entre sí.
Por tanto, ningún trabajador debería ganar -de bolsillo- menos que el valor calculado en este ejercicio.